Sacerdote
La misión del presbítero es "hacer descender el cielo a la tierra, de lograr la comunión de los hombres y mujeres con Dios".
"consiste en dar esperanza a la gente, anunciar que Dios es bueno, en aliviar las penas de quien está afligido, en reclamar el sentir del cielo a quien está abrumado por las tribulaciones de la tierra".
‘¿qué cosa hace el sacerdote?’ sino ‘¿quién es el sacerdote?’. Y la respuesta es siempre solo una: el sacerdote es un enamorado de Jesucristo, su amigo.
¡Señor que yo sea capaz de amar como Tú Amas, que sea capaz de sufrir como Tú sufres!
¿Y cuál es nuestra misión? Pues muy sencillo, la misma que la de Cristo. Esto es, anunciar el Evangelio a todas las naciones y traer la salvación a todas las personas que se nos acerquen. Y como esto es lo mejor que puede pasar a cualquiera, llega un momento en que no nos conformamos con los que se nos acercan, sino que salimos al encuentro de los que no se nos acercan. Igualito que Jesús. Jesús se hizo hombre para salirnos al encuentro, primero buscó a los que le buscaban, pero luego empezó a salir al paso de los que no le buscaban (discípulos de Emaús, fariseos, publicanos y pecadores...)
"consiste en dar esperanza a la gente, anunciar que Dios es bueno, en aliviar las penas de quien está afligido, en reclamar el sentir del cielo a quien está abrumado por las tribulaciones de la tierra".
‘¿qué cosa hace el sacerdote?’ sino ‘¿quién es el sacerdote?’. Y la respuesta es siempre solo una: el sacerdote es un enamorado de Jesucristo, su amigo.
¡Señor que yo sea capaz de amar como Tú Amas, que sea capaz de sufrir como Tú sufres!
¿Y cuál es nuestra misión? Pues muy sencillo, la misma que la de Cristo. Esto es, anunciar el Evangelio a todas las naciones y traer la salvación a todas las personas que se nos acerquen. Y como esto es lo mejor que puede pasar a cualquiera, llega un momento en que no nos conformamos con los que se nos acercan, sino que salimos al encuentro de los que no se nos acercan. Igualito que Jesús. Jesús se hizo hombre para salirnos al encuentro, primero buscó a los que le buscaban, pero luego empezó a salir al paso de los que no le buscaban (discípulos de Emaús, fariseos, publicanos y pecadores...)
Jesús nos ordenó "Id al mundo entero y predicad el Evangelio, bautizando a todos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo".
La Iglesia no somos un grupo de personas que se juntan para hacer cosas
buenas. No somos hombres y mujeres que como somos tan buenos, hacemos
colectas para los pobres o incluso organizamos talleres para que los
parados puedan encontrar trabajo. Nuestra misión no es desterrar el
hambre en el mundo.
Nuestra
misión es traer a Jesús a cada corazón. Salvar a cada persona. Traer el
cielo a la tierra, meter en el cielo a todos los que podamos. En
definitiva, ser "otro" Jesús para salvar al mundo.
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