Jueves Santo Objetivo: Que los niños lleguen a descubrir que Jesús se quiso quedar para siempre con nosotros y lo hace por medio de su Cuerpo y Sangre. Comenzamos el encuentro escribiendo en una pizarra los elementos que se necesitan para poder comer en CASA y los elementos que se necesitan para poder comer la Cena del Señor en la IGLESIA. De ambos elementos les hacemos a los niños la explicación que viene a continuación. Relato El Jueves Santo al celebrar la cena del Señor, en la Eucaristía, se nos presenta una comida especial que el Señor quiere dejarnos y en la que Él quiere quedarse con nosotros. Se queda en algo cercano a nosotros y de todos los días, en una comida. Veamos: En nuestra Casa cuando comemos tenemos lo mismo que en la Iglesia cuando estamos en la Misa. Casa Iglesia Mesa Altar Mantel Mantel Individual Corporal Plato Patena Servilletas Purificador Vaso Cáliz Tapa del vaso Palia Refresco en botella o jarra de Agua Vinajeras con el vino y el agua Comida Hos...
ORACION DEL CATEQUISTA n. 1 Señor, tú me has formado con todo el amor que puede tu corazón. Tú has sembrado en mí la vocación y me has llamado hacer catequista, a mostrarte a los demás a través de tu palabra, a llevar el mensaje de tu amor a mis hermanos. Bien sabes señor que no poseo riquezas materiales, pero tengo lo que me has dado: & Mis manos para ayudar a otros. & Mis pies para llevar tu palabra al que esta triste y preocupado. & Mi corazón para amar especialmente a los niños, niñas, adolecentes, jóvenes y adultos del mundo. & Mi inteligencia para fabricar un mundo mejor. & Mi voz para predicar tu palabra a quienes pocos han escuchado de ti. Todo esto me lo has dado y no quiero guardarlo para mí solo. Quiero compartir mi vida con todos, especialmente contigo señor. Yo se que contigo podemos llevar tu palabra a todos. Amen ORACIÓN DEL CATEQUISTA n. 2 Señor haz que yo sea tu testigo, para comunicar tu enseñanza y amor. Concédeme poder cumplir la misión...
"Huellas en la arena" (Poesía Anónima) Una noche en sueños vi que con Jesús caminaba junto a la orilla del mar bajo una luna plateada. Soñé que veía en los cielos mi vida representada en una serie de escenas que en silencio contemplaba. Dos pares de firmes huellas en la arena iban quedando mientras con Jesús andaba como amigos conversando. Miraba atento esas huellas reflejadas en el cielo pero algo extraño observé y sentí gran desconsuelo. Observé que algunas veces al reparar en las huellas en vez de ver los dos pares, veía sólo un par de ellas. Y observaba también yo que aquel sólo par de huellas se advertía mayormente en mis noches sin estrellas. En las horas de mi vida llenas de angustia y tristeza cuando el alma necesita más consuelo y fortaleza. Pregunté triste a Jesús: "¡Señor, Tú no has prometido que en mis horas de aflicción siempre andarías conmigo…? Pero noto con tristeza que en medio de mis querellas cuando más sie...
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