HANAL-PIXAN
Las personas que mueren no se van definitivamente, sabemos que viven para Dios y están en el recuerdo de sus seres queridos. La costumbre de nuestros antepasados, creía en que los fieles difuntos arribaban a su cita anual con familiares y amigos, para ser honrados en estos días muy significativos como es la fiesta de los fieles difuntos o "Hanal pixán" (comida de las ánimas) como es más conocido por nosotros.
El "Hanal pixán", o comida de las ánimas, es una tradición de nuestro pueblo maya que se lleva a cabo para recordar de una manera especial a los amigos y parientes que se adelantaron en el viaje eterno. Es un acontecimiento especial para los familiares y amigos de los difuntos, pues al recordarlos y orar por ellos, se ponen en sintonía con Dios, nuestro Señor, para que a estos difuntos se les conceda la purificación definitiva. En la antigua mentalidad del pueblo maya, se creía que, en estos días, del 31 de octubre al 2 de noviembre, las ánimas "recibían permiso" para visitar a sus familiares.
Se acostumbra, principalmente en el interior del Estado, que los niños usen durante esos días una cinta de color rojo o negro en la muñeca derecha, a fin de que las ánimas no se los lleven. También se acostumbra amarrar a los animales de la casa, porque podrían ver a las ánimas e impedirles el paso hacia el altar. La tradición incluye varios ritos, pero el principal consiste en poner una mesa que funciona como altar, donde se coloca comida típica de la temporada: atole nuevo, mucbilpollos, jícamas, mandarinas, naranjas, dulce de papaya, coco y pepita, tamales de espelón y "vaporcitos", todo eso adornado con veladoras, flores, ramas de "ruda" y las fotografías de las personas fallecidas. Se pueden poner velas negras o blancas
Las ofrendas para los niños difuntos se colocan en un altar decorado con un mantel bordado en tonos alegres, juguetes y comida de su preferencia, como chocolate, tamales, "pibes", dulces, frutas de la temporada, atole nuevo y yuca con miel, y se adorna con flores de "xpujuc" (de tipo silvestre ), "xtés" en color rojo y "virginias".El día de los niños se pondrá, además de los alimentos y los dulces, juguetes, velas de colores. El segundo y tercer días se ponen en la mesa comidas y bebidas. Por ejemplo:
BEBIDAS:
Sá: atole, palabra de origen náhuatl; ák sá: atole nuevo; sikil sá: atole con pepita; tan chucuá: desleido de masa con chocolate. Puede referirse al atole con chocolate; keyem: pozole, es una palabra de origen náhuatl; chokó sakam: bebida hecha con masa de maíz hervida, y balché: bebida espirituosa que se hace con la corteza de un árbol que se llama así.
COMIDAS
Pib: asado o cocido bajo la tierra. También se le llama así a una especie de tamal grande cocido bajo la tierra, que también se denomina pibilpollo o mucbilpollo, pero estos dos últimos términos tienen la palabra española pollo; chachac wajes: especie de tamal colorado. Su nombre significa pan muy rojo, debido al achiote con que se prepara; chilmole: guisado hecho con chile quemado, carne, tomate y otras legumbres. El término es de origen náhuatl, ya que chil es chile y mole es salsa, caldo o guiso; chacbi nal: elote cocido en agua. Chacbil es cocer o cocido y Nal significa elote; pibi nal: elote cocido bajo la tierra; xek: mezcla comestible hecha con naranja, mandarina, jícama y otras frutas, así como chile molido o alguna cosa más; chay wah: tamal hecho con chaya picada; pin: tortilla gruesa, ya que pin quiere decir grueso; buli wah: tortilla hecha con frijol nuevo o espelón, que se cuece a baño maría o en el horno; is wah: tortilla de maíz nuevo, dulce o salado y tostado.
Una semana después, se efectúa el Bix (Ochovario del día de finados, se dice también de la reunión o fiesta que se hace a los ocho días de algún acontecimiento) u octava, que es una especie de repetición menos complicada que la anterior. En las noches de esos días, en las puertas de las casas y en las albarradas se encienden hileras de velas para que las almas vean su camino al venir y al retirarse de la población al terminar los finados. Se cree también de que algunos días antes de la ceremonia las almas vienen para lavar sus ropas y prepararse para recibir los homenajes, y esperan ser bien tratados por sus familiares y amigos, quienes se deben preocupar por la atención de las ofrendas de comidas, bebidas, etc., a las que los difuntos eran afectos, pues de otra manera no regresarían al mundo de los vivos.
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